El Orgullo saludable El orgullo tiene mala reputación. Lo asociamos al narcisismo y a los fanfarrones. Sin embargo, esta dimensión tiene su lado saludable, ese que nos permite tomar conciencia de nuestras virtudes y valías para fortalecer la autoestima. El lado positivo del orgullo se relaciona con apreciar nuestras valías y usarlas a nuestro favor. También, con encontrar fortaleza en momentos difíciles. Todos nos enorgullecemos de nuestra pareja, de nuestros hijos y amigos. Si bien es cierto que hay quien tergiversa esta dimensión y deriva en el frío egoísmo, no es bueno retirarla por completo de nuestro registro psicológico. Está bien aprovecharnos de la seguridad que nos ofrece para impulsar las metas, la motivación y hasta un saludable amor propio. No hay nada malo en apreciar los propios logros y mejorar con ello, nuestra autoeficacia. Es recomendable también enseñar a un niño a sentirse bien cuando demuestra sus buenas competencias en matemáticas, por ejemplo. Lo im...