𝗟𝗮 𝗺𝘂𝗲𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗝𝗲𝘀𝘂𝘀 (𝗿𝗮𝘇𝗼𝗻𝗲𝘀 𝘆 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗲𝗰𝘂𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀)
¿Por qué murió Jesús?
Históricamente, desde una
perspectiva humana, la respuesta es bastante sencilla. Los líderes judíos
conspiraron contra Él, Judas lo traicionó, Herodes y Pilato lo juzgaron y los
soldados romanos lo ejecutaron.
Varias personas y grupos fueron
responsables de su muerte. Como dice Lucas: “lo clavaron en una cruz por manos
de impíos” (Hch 2:23).
Pero hay otro ángulo a
considerar. Como también dice Lucas con anterioridad en el mismo versículo,
Jesús fue “entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de
Dios” (Hch 2:23). Para llegar al meollo de la pregunta de por qué Jesús murió,
tenemos que pensar desde el punto de vista de Dios. Teológicamente, desde la
perspectiva de Dios, podemos mencionar dos razones principales.
1. Jesús murió para acercarnos a Dios
“Cristo
murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, para
llevarte a Dios” (1 Pedro 3:18).
El propósito de llevarnos a Dios
implica que, antes de la muerte de Jesús, estábamos muy alejados. En este
punto, los apóstoles Pablo y Pedro están de acuerdo: “Ustedes, que en otro
tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo” (Ef 2:13).
Para acercarnos a Dios, nuestro
pecado primero necesitaba ser tratado: “Cristo murió por los pecados” (1 P
3:18). La Biblia no anda con rodeos cuando se trata de la desobediencia humana
y sus consecuencias. Jesús puede describir a sus discípulos como malos (Mt
7:11) y Pablo dice que “la paga del pecado es muerte” (Ro 6:23). Todos los
humanos estamos condenados ante Dios; nuestros pecados nos separan de Aquel
cuyo carácter es pura santidad y perfecta justicia.
La naturaleza sustitutiva de la
muerte de Jesús es la idea clave para comprender cómo Dios trata con el pecado
y nos ofrece el perdón. Para acercarnos, “Cristo murió por los pecados una sola
vez, el justo por los injustos” (1 P 3:18). Si “los injustos” somos todos
nosotros, “el justo” es el mismo Jesús. “Al que no conoció pecado, lo hizo
pecado por nosotros” (2 Co 5:21), nuestro pecado, para que recibiéramos
misericordia.
2. Jesús murió para revelar el carácter de Dios
No es que no supiéramos nada de
Dios antes de la muerte de Cristo. Su cuidado providencial por la creación
revela su amor. Sus promesas a Abraham muestran su preocupación por el mundo
entero. Pero en la cruz vemos el clímax de sus pactos con Israel y somos
testigos de la prueba final y dramática de su amor y justicia.
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